Gris

Su padre había fallecido recientemente y él cumplía diecinueve años. Llevaba tiempo rumiando la idea de marchar a París como cualquier joven artista español con deseos de sobresalir en el mundo de la pintura y de buscar otras formas de expresión contrapuestas al academicismo reinante, a la sazón, en España. Este propósito se vio acelerado por una carta recibida en la que se le llamaba a filas para cumplir el servicio militar. Para librarse del mismo y poder cumplir sus planes, vendió sus exiguas pertenencias y se marchó a la ciudad donde se encontraba la esencia y el súmmun del arte europeo de aquel entonces. El pintor Vázquez Díaz le presenta a Picasso, que ya era conocido en París, y consigue instalarse en un miserable estudio en el mismo edificio donde lo tenía el malagueño, en la rue Ravignan nº 13, el conocidísimo Le Bateau Lavoir, bautizado así por Picasso y célebre porque en él se albergaron los artistas que llegarían a ser famosos en el arte mundial.

José Victoriano González Pérez nació en Madrid cerca de la Puerta del Sol, fue el décimo tercero de catorce hermanos en el seno de una famita acomodada. Y como ha ocurrido en otras ocasiones con artistas de vocación muy temprana, los cuadernos escolares del niño, más que para escribir o realizar cálculos, se llenaban de dibujos. A los quince años se matricula en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid al tiempo que colabora como ilustrador en las revistas madrileñas, a veces sin cobrar. Después ilustraría los Poemas indoespañoles del peruano José Santos; y es cuando, por primera vez, firma el trabajo como Juan Gris, a partir de entonces será conocido con este seudónimo en el mundo artístico.

Durante los primeros años de su carrera en París, se gana la vida realizando dibujos para infinidad de revistas. Picasso le presenta a su amigo Braque y al galerista alemán  Daniel Khanweiler, éte llegaría a ser su marchante, amigo y biógrafo. Es en 1910 cuando el artista comienza a dedicarse a la pintura sin abandonar el dibujo que le permite el sustento. Picasso y Braque, influenciados por las teorías y pinturas de Cézanne, habían comenzado el movimiento denominado Cubismo; dentro de éste y sin haber participado en los comienzos, Gris se define con una pintura propia que le haría famoso. Y de este estilo vende su primer cuadro al conocido galerista Clovit Sagot, al que había sido presentado por Picasso: El libro, la botella y la jarra.

Para agradecer la gran ayuda recibida por Picasso pinta Homenaje a Picasso (The Art Institute of Chicago) excelente trabajo con el que se encuadra definitivamente como pintor cubista. A partir de entonces comienza a ser tenido en cuenta por compradores, entendidos y galeristas, participando en una exposición en Barcelona donde sus trabajos son positivamente criticados. Reconocido por el público y la crítica, firma un contrato con Khanweiler por el que éste adquiere toda su obra y la exhibe.

Como consecuencia de la Primera Contienda Mundial, su marchante debe abandonar Francia por lo que su fuente de ingresos queda en suspenso, suponiendo un gran problema para la subsistencia de él y su segunda compañera Josette. Acabada la guerra reanuda su actividad pictórica y reanuda relaciones con Khanweiler que ha regresado a París. Pero se le diagnostica una grave enfermedad pulmonar. Revistas de arte de todo el mundo comienzan a mencionar sus obras que adquieren la merecida cotización. Pero debido a su enfermedad fallece el gran maestro del cubismo en Boulogne-sur-Seine a los cuarenta años.