El pintor de la vicaría (yII)

Nuevamente se le concede una pensión para viajar por Europa para estudiar los maestros Vernet, Fromentin y Delacroix, entre otros. En 1861 se traslada a Roma, allí comienza a trabajar cosechando bastantes éxitos con pequeños óleos y magníficas acuarelas. La Diputación de Barcelona le envía nuevamente a Marruecos para recoger bocetos que le permitan perfeccionar el trabajo sobre La batalla de Tetuán. Ahora, acabada la guerra sin los peligros de la misma, viaja por el país, tomando apuntes, plasmando lo que acontece en este territorio iluminado por el sol mediterráneo.

Vuelve a Roma bajo la protección económica de la Diputación y mantiene contacto con los artistas españoles. En 1866 conoce al marchante Adolfo Goupil, éste le adquiere varios cuadros y pasa a formar parte de esta importante casa de arte de París. Fortuny comienza a ser conocido en Roma y valorado en Barcelona como uno de os mejores artistas de aquél entonces. En 1867 contrae matrimonio con Cecilia  Madrazo, hija del famoso pintor Federico Madrazo. La boda se llevó a cabo en Madrid, en la iglesia de San Sebastián. Las sucesivas visitas al templo para los preparativos y burocracia de la ceremonia, le inspiraron para, después, llevar a cabo el cuadro que, a pesar de no ser de grandes dimensiones (93,5×60 cm.) es una de sus obras maestras y  por la que el artista es más conocido,  La vicaría (Museo Nacional de Arte de Barcelona).

En su viaje de novios visitó Granada y nuevamente quedo entusiasmado de las reminiscencias árabes, de tal forma que se instalaron por un tiempo en la bella ciudad  del Darro. Marcha de nuevo con su mujer a Roma donde abre taller. Allí recibe visitas de otros importantes artistas y coleccionistas de arte que adquieren sus trabajos de óleo y acuarelas, aumentando progresivamente su fortuna. Igualmente, con sus posibilidades económicas, adquiere y colecciona valiosos objetos de arte.

En el 68 es visitado por el marchante Goupil, éste le propones adquirir toda su obra en exclusividad y montarle un magnífico estudio en la capital francesa. Al año siguiente Fortuny se traslada a París y termina el famoso cuadro La vicaría, adquirido por Goupil y vendido a una coleccionista por 70.000 francos, exorbitante cantidad para aquella época y por su formato, relativamente pequeño. Pero sobre todo porque esto supuso, la fama definitiva del artista. Una exposición posterior en la galería Goupil le consagró como uno de los pintores más valorados y disputados por los coleccionistas.

Como consecuencia de la guerra franco-prusiana, Fortuny se traslada con su familia a Granada. Dos acontecimientos se llevaron a cabo en su vida, el nacimiento de Mariano, su segundo hijo, y el comienzo de la transformación del estilo que tanta fama y dinero le habían dado pero del que, a un tiempo, se sentía prisionero. Trabajó incansablemente y fue abandonando la pintura preciosista que lo había encumbrado para trabajar en otras experiencias.

En 1872 realiza su último traslado Roma; pero en  la Ciudad Eterna no es feliz; atado al marchante Goupil, le irrita el tener que cumplir los compromisos adquiridos. Alterna éstos con una pintura más personal pero su estado de salud es deficiente. En noviembre, aquejado de dolencias gástricas y  malaria, muere el pintor a la edad de 36 años.

Fue enterrado en el cementerio romano de San Lorenzo; en el féretro se introdujo su paleta, sus pinceles y su último dibujo.