El innovador

En la primavera de 1934 su exposición en Nueva York había sido un gran éxito.  Poco después en Barcelona, sus obras fueron igualmente ponderadas.Viaja a Reus, donde  le han solicitado una nueva exposición y se le tiene preparado un homenaje. Pero el artista se siente cansado; escribe a París pidiendo a su mujer e hija que se reúnan con él; presiente lo peor… Tres días después de inaugurada la exposición, fallece en la habitación del hotel. Una bronconeumonía siega, inmisericorde, el ya comenzado reconocimiento mundial como artista indiscutible  y consagrado de la escultura contemporánea.

Pablo Gargallo Catalán había nacido en la localidad zaragozana de Maella en 1881. El dato biográfico referente al oficio de herrero del padre es falso por lo que, el escultor, no tuvo antecedentes artísticos ni artesanales en la familia. Su progenitor trabajaba en las faenas del campo y durante un tiempo, fue conductor de diligencias. Como ocurría a muchas familias con dificultades de todo tipo, el grupo familiar se trasladó a Barcelona, en busca de otros horizontes más propicios. Y a veces surge, sin ningún antecedente artístico, un vástago que será llamado por el arte.

Tras breve tiempo de trabajar en un taller de alfarería, su tío le consigue un puesto de aprendiz, sin sueldo, en el taller del afamado escultor Eusebio Arnau; por las noches asiste a clases de dibujo. Con apenas veinte años, frecuenta las tertulias del café Els 4 Gats y se codea con jóvenes artistas como Picasso, de su misma edad y amigo durante toda su vida. En 1902 La Lonja (Real Academia de Bellas Artes), le concede una bolsa de viaje para estudiar en París  pero el fallecimiento del padre pospone su marcha hasta el año siguiente, pues dicha bolsa se le ha prorrogado. Tras un año de estancia en la Meca del arte, regresa a Barcelona y vuelve a instalarse en su taller, ocupado en su ausencia por Picasso. Por sus trabajos, ya  conocidos y apreciados, es contratado por el arquitecto Luís Doménech para llevar a cabo esculturas de bulto y relieves en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona. En Madrid trabaja en la realización de medallas pero tiene que regresar a casa enfermo.

En 1907 restablecida su salud, vuelve a París animado por su amigo Pablo Picasso. Pero regresa a Barcelona  y realiza algunos monumentos y las decoraciones de importantes obras arquitectónicas como El Palacio de la Música. En 1911 obtiene una medalla en la Exposición Internacional de Arte, patrocinada por el Ayuntamiento de Barcelona y en 1912 una mención orifica en la Nacional de Pintura, Escultura y Arquitectura. Los encargos no le faltan pero vuelve a sentir la llamada de Paris y marcha en busca de la fama internacional. De nuevo la vida bohemia cargada de privaciones pero reconfortado por la compañía de sus amigos: Picasso, Juan Gris, Max Jacob, Manolo Hugué, Modigliani y toda una pléyade de nombres que con el tiempo destacarán en los círculos mundiales del arte. Conoce a la joven Magali, su futura esposa.

Paralelamente a sus trabajos clasicistas y aconsejado por su amigo Julio González, viene investigando las posibilidades de la chapa metálica. Libre de los posibles condicionamientos del encargo, realiza con este material trabajos con los que realmente será  reconocido.