Dolor, coraje y arte
¿Se puede medir la belleza? ¿Es visible el coraje? Hemingway calificaba a este último de “Dignidad bajo presión”. Pero en algunas ocasiones el coraje puede tomar forma y color y convertirse en belleza. Hombres y mujeres minusválidos de distinta índole y por distintas causas; víctimas de la guerra, de accidentes, de la enfermedad o con defectos de nacimiento han elevado su espíritu, olvidando sus desgracias físicas, y están orgullosos de ser útiles a la sociedad, no suponer carga alguna para la misma y vivir plenamente la vida con dignidad.
En 1957 Arnulf Erich Stegmann (1921-1984) un artista paralítico de origen alemán fue el fundador de la conocida asociación Artis Muti (Asociación de Artistas Pintores con Boca y Pie). El profesor Stegmann, imposibilitado de pies y manos víctima de la poliomielitis a los tres años, se trasladó con su familia de Darmstadt, donde nació, a Nuremberg. Fue sometido a sesiones terapéuticas y lecciones sobre pintura. Transcurridos los años, siendo ya un pintor de reconocido prestigio, concibió la idea de fundar una asociación con todos los pintores minusválidos que había ido conociendo. De esta manera, tal y como él había conseguido el éxito pintando con la boca, aconsejaría a estas personas para que no tuvieran que recurrir a la caridad de los demás, ganando su propio sustento por sí mismos.
Hasta hoy, la fuente de ingresos de estos artistas es la venta de calendarios y tarjetas de Navidad que reproducen trabajos realizados por los socios. Los originales quedan en propiedad de los mismos que pueden disponer de ellos en la forma que crean conveniente; naturalmente suelen ser vendidos a clientes.
Hace años y con ligera similitud al oficial que aspiraba a ser maestro en la Edad Media, para ser integrante de la asociación, debían recibir el visto bueno de un jurado compuesto por artistas carentes de minusvalías y, por lo tanto, ajenos a la asociación. Debían tener sólo en cuenta la calidad de los trabajos. Los socios reciben una mensualidad aún perdiendo la capacidad total para pintar. También se conceden becas a jóvenes con cualidades artísticas prometedoras. Muchos de estos minusválidos han estudiado en academias de Bellas Artes, otros son autodidactas. Sus mejores obras han sido exhibidas en las galerías de todo el mundo y adquiridas por clientes de muchos países.
Un caso inverosímil fue el de la artista francesa, ya fallecida, Denise Legrix. Nacida sin brazos ni piernas, no sólo fue una excelente pintora sino que también aprendió a coser, bordar y escribir a máquina. Otros se dedican al diseño de mosaicos, a la creación literaria, a la radio y a la escultura. El destino, que ha puesto barreras difícilmente franqueables al talento de estas personas, ha sido burlado porque han conseguido superarlas con de tesón y voluntad inquebrantable, apretando los dientes, o los dedos de los pies, al pincel. Sus tragedias personales han sido transformadas en logros y triunfos al alcance de nuestros ojos.
Durante estos días hasta el de hoy, once de marzo, el Centro Cultural Cecilio Muñoz Fillol, acoge una exposición itinerante organizada por la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie de España. La muestra se compone de algo más de una treintena de obras de artistas con distinta nacionalidades como China, Suiza, Países Bajos, Nueva Zelanda, entre otros. Las temáticas y técnicas son variadas: bodegones, paisajes rurales y urbanos, figura humana etc. De gran calidad muchas de ellas.