¿Plagio o inspiración?
“Distintitos expertos del mundo del arte han advertido del parecido extraordinario entre figuras que aparecen en el Guernica de Picasso y las que aparecen en la Biblia mozárabe del siglo X, por lo que casi se descarta que sea fruto de la casualidad. Dicha Biblia se expuso en Barcelona en 1929 y en París en 1937, momentos en los que el genio del cubismo pudo descubrir los dibujos del texto medieval, especialmente el caballo y el toro… (Teletexto, p.11, 1 Mayo.2009). Además por esas fechas, esta noticia fue difundida en distintos medios. La citada Biblia se encuentra en la catedral de León.
No pasa de ser una noticia anecdótica puesto que Picasso siempre anduvo observando y absorbiendo, mirando y buscando, o mejor dicho y según su conocida frase:”Yo no busco, encuentro”. Pero, efectivamente, no sería la única vez que el gran artista malagueño, tomaba ideas o se inspiraba, por otra parte como cualquier creador, de lo ya realizado por otros artistas. La hija del muralista mejicano, Diego Ribera, opinaba que Picasso había copiado a su padre. De muchos es conocido cuando el artista, en sus días de bohemia, visitaba en París el estudio y vivienda comunitaria de varios de sus colegas, éstos corrían a esconder todos sus trabajos en una habitación. Su amante y madre de dos de sus hijos, la pintora Françoise Gilot, una vez separados, lo pone de vuelta y media en su libro Vida con Picasso, además de acusar al artista de plagiarla en muchas ocasiones. Pero todo queda en lo anecdótico, como ya se ha dicho, sin mermar un ápice la arrolladora personalidad del, seguramente, mayor artista del pasado siglo XX.
A lo largo de la historia, los artistas han bebido en las fuentes de…, se han inspirado en…, han estudiado a…, han sido influenciados por… De tal manera el arte ha progresado y evolucionado. Uniendo unos mimbres con otros, se ha tejido la historia del arte; aunque los derroteros tomados, hace ya tiempo sean discutibles…
Los hay pero son raros los casos de plagio. El artista ve tal o cual obra ajena y puede adoptar de ésta algún color, forma composición, volumen, enfoque, temática, material, formato y mil aspectos más. Después los procesa, convierte, adecua, y crea una obra nueva y personal. Para el pintor de las figuras orondas, Fernando Botero, “Ser pintor significa querer explorar, conocer y comprender la pintura de los demás”. Sería muy laborioso compendiar los casos en los que los creadores plásticos se han inspirado en otros valga, por tanto, como muestra un puñado de ellos.
Los romanos adoptaron los cánones de la escultura griega. Lo mismo hizo Miguel ángel además de inspirarse en el San Juan de Donatello (Duomo de Florencia), para su Moisés. Rafael se inspira para su “Escuela de Atenas” (Vaticano), en los elementos arquitectónicos de la pintura “Entrega de las llaves a San Pedro” de Perugino (Capilla Sixtina); su retrato de dama con unicornio (Galería Borghese, Roma) es de parecido encuadre a la “Gioconda” de Leonardo (Louvre). Manet se inspiró para su “Desayuno en la hierba” de un fragmento del “Juicio de Paris”, un grabado de Marcantonio Raimondi tomado, a su vez, de una pintura de Rafael; también, de este mismo artista, Ingres se inspira en la “Fornarina” (Galería Nacional de Roma) para sus trabajos posteriores. Las pinturas de Caravaggio influyeron en José ribera, Zurbarán Murillo y Velázquez; en éste último se inspirarán Goya y los retratistas Wistler y Sergen. El Greco y Rembrandt se inspiraron en Tintoretto. El “Buey desollado” de Rembrandt (Louvre), sirve de modelo a interpretaciones de Daumier, Soutine y Francis Bacon, además de las varias que realizó Delacroix, éste por otra parte, al admirar “La carreta de heno” de Constable (Galería Nacional de Londres), cambia el fondo de su “Matanza de Kíos” (Louvre). Se intuye en sus cuadros las grandes composiciones del Veronés y los desnudos de Rubens. Gustavo Doré, excelso ilustrador del Quijote, se inspira en las esculturas greco-romanas para sus grabados. Van Gogh pinta “Patio de presos” (colección particular, Moscú), de un grabado de Doré. Modigliani se inspira en los desnudos de Giorgione y Ticiano, en Cezanne para la armonización de colores y en el cubismo. En uno de los muchos dibujos eróticos de Jean Cocteau, se aprecia claramente el Adán de Miguel Ángel de la celebérrima Sixtina. Y por terminar de alguna manera, Dalí se basó en el dibujo de un Cristo que realizó San Juan de la Cruz, para pintar su conocidísimo y fuertemente acorzado Cristo, precisamente titulado “Cristo de San Juan de la Cruz” (Museo Kelvingrove,Glagow, Reino Unido). Seguramente, también estudió el “Cristo muerto” de Mantegna (Pinacoteca de Brera, Milán), un Cristo en escorzo visto al contrario, desde los pies.