El Españolito

 

Maternidad Piedra J. Lillo  Galiani

Maternidad
Piedra
J. Lillo Galiani

Ya se encontraba el artista en la ciudad de Nápoles, reconocido, admirado y llevando a cabo los numerosos encargos de altas personalidades de aquella ciudad portuaria, a la sazón, capital del reino del mismo nombre y segunda ciudad más poblada de Europa después de París. Antes de volverse a España, un compatriota viajó desde Roma a esta ciudad para, entre otros, hacer una visita a nuestro artista. Éste le recibió con amabilidad y cortesía. El viajero, ante la magnífica situación del pintor, le preguntó, dada su excelente posición y fama, porqué no volvía a España, donde sería recibido con todos los honores. El pintor le contestó que sería olvidado al poco de estar allí, pues España era madre piadosa de forasteros y crudelísima madrastra de los naturales. El compatriota pensó que quizás el pintor llevaba razón y no le insistió.
José de Ribera y Cucó nació en Játiva, Valencia, en el año 1591. Su padre era zapatero y quedó huérfano de madre a los ocho años. Descartando los datos biográficos de algunos románticos, se sabe poco o nada sobre su formación, ni de las circunstancias y razones por la cuales a los veinte años ya se encontraba en Italia. Tras una breve estancia en Parma, donde realizó algunos encargos, muy apreciados, marchó a Roma acosado por la envidia de los pintores de la ciudad.
En la Ciudad Eterna enseguida cobró fama pero, dada su vida licenciosa,
gastaba más rápido de lo que podía producir y prometía a sus deudores pagarles con pinturas que nunca llegaba a realizar. Quizás el agobio de las deudas y el no recibir un gran encargo de los que se estaban llevando a cabo por otros pintores, le hicieron marchar a Nápoles.
En esta ciudad populosa, culta, próspera y muy vinculada a Valencia, Ribera comenzó a recibir encargos. Los primeros del príncipe Marcantonio Doria y poco después del virrey, duque de Osuna, de cuya protección gozó de inmediato hasta ser nombrado en 1626 caballero de la Orden de Cristo
Excelente dibujante, su pintura naturalista pasó del tenebrismo de Caravaggio a la luminosidad en el color. Sus grabados se repartieron por toda Europa. Sus trabajos contribuyeron en la formación de la escuela napolitana, su pintura influyó en Vázquez y Murillo así como multitud de copistas e imitadores del pintor.
Sus lienzos se encuentran, entre otros museos, en el Ermitage de San Petersburgo (S. Sebastián curado por Sta. Irene), Santa Mónica, California, Museum Paul Getty (Filósofo) y repartida por Italia y España (varios en el Museo del Prado).
Sus ganancias fueron cuantiosas pero gastó con la misma facilidad. En la vejez, enfermo, apenas podía pintar ni hacer frente a sus deudas. Murió en el año 1652 y está enterrado en la iglesia napolitana de Santa María del Parto. A la firma de muchas de sus obras añadió la palabra “español”. Por su baja estatura y origen, los italianos se refirieron a él con el diminutivo cariñoso de “Lo Spagnoletto”.