Arte y violencia

Es conocida la anécdota por la que este artista, impetuoso y violento, propinó en una discusión siendo ambos adolescentes, tal puñetazo a Miguel Angel que le aplastó el tabique nasal, quedando el

Maternidad. Terracota J. Lillo Galiani

Maternidad.
Terracota
J. Lillo Galiani

Divino marcado para toda la vida. Por este acto fue expulsado de Florencia, buscando otros lugares donde poder ganarse la vida como artista escultor.
Pietro Torrigiano nació en Florencia en 1472. Algo mayor que Miguel Angel, estudió con él y practicó la escultura en los jardines de Lorenzo de Médici el Viejo, teniendo como maestro a Bertoldo di Giovanni. Experto en el modelado de la arcilla, fue adquiriendo fama hasta ser llamado por el Papa Alejandro VI para el que realizó varios trabajos. Más tarde marchó a la corte de Inglaterra donde llevó a cabo numerosos encargos en mármol, bronce y madera, entre ellos el sepulcro de Enrique VII e Isabel de York y el de Margaret de Beaufort. En 1518 comienza el monumento de Enrique VIII y la reina Catalina. Por lo cual marcha a Florencia para buscar artistas que colaboraran con él en dicho trabajo. Solicita, entre otros, la ayuda de Benvenuto Cellini pero éste se niega a colaborar con él conociendo su carácter violento y soberbio; además, amigo de Miguel Ángel, nunca perdonó su mala acción. Éste encargo quedó inconcluso.
Se traslada a España y en Sevilla lleva a cabo una bellísima Virgen de Belén para el monasterio jerónimo de Buenavista, en terracota (barro cocido) y policromado . Quizás su obra maestra  sea el San Jerónimo, también en terracota policromada. En él muestra sus conocimientos de anatomía artística así como su técnica depurada para cocer un figura a tamaño natural. Muestra un anciano agotado pero nervudo y de fina y pronunciada musculatura. Esta escultura fue el referente de posteriores imagineros sevillanos. Ambas se encuentran en el museo de Bellas Artes de Sevilla.
Su último y fatídico trabajo lo llevó a cabo por encargo del Duque de Arcos. Admirado de la belleza de la citada Virgen, éste le encargó otra parecida con la promesa de ser pródigamente recompensado. Una vez entregada, recibió dos enormes bolsas repletas de maravedíes. Cuando el artista las llevó a un amigo florentino para que le dijera el valor en moneda italiana, éste le indicó que aquellas monedas apenas alcanzaban el valor de 30 ducados. Sintiéndose engañado y lleno de furia, marchó al lugar donde se encontraba la imagen y la hizo añicos. El duque, ofendido, le denunció a la Inquisición, por iconoclasta, y fue apresado. Sufrió varios procesos tras los cuales fue castigado con severidad. Y dado su carácter orgulloso, se dejo morir de hambre, rabia, pena y despecho en aquella lóbrega prisión inquisitorial. Se le dedicó este epitafio:

VIRGINIS INTACTAE HIC STATVAM FECERAT, IRA
QUOD FREGIT VICTUS, CARCERERE CLAVSVS OBIT

“Destruyó con ira la estatua de la Virgen Inmaculada, que él mismo habia realizado, muriendo encarcelado”

Corría el año 1528.